2,13 metros
Fue descubierto en la ciudad de
Olimpia en el año 1877. Esta hecho en mármol, material utilizado para
representar a los dioses y se cree que es un original por la calidad de la
escultura.
El tema representado es Hermes (Dios
del comercio griego, Mercurio romano) y el niño Dionisos. Según el episodio mitológico,
el Dios Hermes (mensajero de los dioses), mandado por Zeus, lleva a su hijo
bastardo, Dionisos, lejos de la cólera de su mujer Hera, para que le cuiden
unas ninfas del bosque. Supuestamente Hermes y Dionisos estarían jugando con lo
que se cree un racimo de uvas.
Esta escultura necesita de un
soporte para mantenerse de pie, y es que el contrapuesto de Hermes es mucho más
marcado de lo que vimos en Policleto, lo que hace que la figura se incline más
y necesite de un apoyo. Se trata de la famosa “curva praxiteliana” que delimita
la figura.
El tratamiento del mármol es muy
pulido, lo que hace que la luz resbale en la escultura y dé un efecto de
delicadeza o cierto afeminamiento. Con la lisura de la piel de Hermes
contrastan las arrugas del paño que está al lado. A diferencia del Doríforo,
esta escultura es un poco más alargada, no tiene el canon de 7 cabezas exacto y
también tiene algo más de volumen en la cabeza.
En general, en relación a la época
clásica plena, estamos perdiendo un poco en idealización y ganando en realismo.
El Hermes es un punto medio entre el idealismo del siglo V y el realismo de la época
Helenística. De esta forma, la representación de dos dioses en una actitud
cotidiana jugando, es un indicio de que algo está cambiando. De hecho, el
contexto histórico de la escultura ya no es de la euforia de la victoria en las
Guerras Médicas, si no que corresponde a la época posterior a la Guerra del
Peloponeso, que supuso una Guerra Civil en Grecia. Además supuso la pérdida de
confianza en los valores de perfección de la época clásica plena.
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